Los taninos
se han identificado como sustancias con efectos beneficiosos para la salud,
aunque también pueden disminuir la absorción de algunos nutrientes
indispensables como el hierro. Los taninos son
compuestos fenólicos hidrosolubles de sabor áspero y amargo. Suelen acumularse
en raíces y cortezas de plantas y frutos como la uva, el granado, te verde y
muchos otros, así como en sus hojas, aunque en menor proporción.
Los
taninos tienen, además, propiedades astringentes y antinflamatorias. Al ser capaces
de secar y desinflamar la mucosa del tracto intestinal, resultan muy eficaces
en el tratamiento de la diarrea. La misma actividad astringente y la
vasoconstricción que producen, ayudan a la coagulación de la sangre -acción
antihemorrágica local-. También son beneficiosos en el tratamiento de las
hemorroides.
A
pesar de todas sus propiedades, los taninos son considerados sustancias anti
nutritivas. Esto se debe a que una concentración elevada puede provocar que la
absorción de algunos nutrientes se vea disminuida. En el caso de las proteínas,
los taninos se combinan con ellas y alteran su absorción. En cuanto al hierro,
cuando los taninos están en elevadas concentraciones, forman con este mineral
complejos insolubles en agua que no pueden ser absorbidos en el epitelio
intestinal.
Para
contrarrestar esta situación, conviene saber las combinaciones dietéticas que
favorecen la absorción de hierro vegetal, como acompañar los alimentos con
otros ricos en vitamina C: zumo de naranja, kiwi, piña o ensalada de tomate.
(Naturasalud
complementaria)
Leonardo Ramírez Gutiérrez
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